En Momsdata.com nos hemos propuesto colaborar con la visibilidad y el reconocimiento de la CARGA MENTAL que sufrimos las mujeres por el mandato social que nos delega casi de forma innegociable y heredada solo por haber nacido mujeres, a asumir las tareas domésticas y de cuidados.
Recordemos que los cuidados conllevan un desgaste y una carga mental, así como la disposición emocional que estas tareas llevan consigo. Igualmente, estas actividades exigen un esfuerzo de organización, gestión y planificación, difícilmente cuantificable o medible. En línea con esta idea cabe mencionar que las tareas de cuidados no solo implican actividades concretas si no también “significa responsabilidad y disponibilidad continua, tiempo de estar “atenta a”, “disponible o vigilante a”, representa un tiempo potencial de realizar una tarea”.
Esta división sexual del trabajo, dejando sobre los hombros de las mujeres los trabajos de reproducción, ha traído además consigo la resignificación de lo que es “ser mujer”, y nos ha impuesto una nueva identidad. Como parte de esa identidad está el que la mujer se convirtió en sinónimo de ama de casa, “cargando con unas -habilidades domésticas- que se nos otorgan al nacer”. Para Silvia Federici, escritora, profesora, activista feminista todo este halo natural supuestamente asociado a las mujeres, ha terminado por naturalizar lo doméstico y los cuidados como parte de la feminidad.
Con el presente estudio ¿Conoces que es la CARGA MENTAL? Hemos querido plantear a través de un ejercicio basado en cuestionamientos, invitar a reflexionar acerca de la importancia de la corresponsabilidad en las labores domésticas y de cuidados. Así como, visibilizar los efectos que tiene en las mujeres la CARGA MENTAL que muchas veces ni siquiera sabemos que tenemos.
No pretendimos generar un texto orientativo riguroso, sino más bien crear conciencia. Las mujeres que respondieron nuestro cuestionario recibieron un E-book en en formato PDF con recomendaciones adaptadas a su nivel de Carga mental. Establecimos tres niveles predeterminados y de acuerdo a sus respuestas recibieron una alerta, así como medicas concretas para aliviar esa carga mental.
¿Qué es la CARGA MENTAL?
La CARGA MENTAL es un conjunto de tareas vinculadas a la planificación, organización y toma de decisiones en el hogar y con respecto a la familia, mayoritariamente adoptado por las mujeres. Es una carga invisible, poco reconocida y sobreentendida que ocasiona altos niveles de estrés, ansiedad, dolores de cabeza frecuentes, y, sobre todo, una gran pobreza de tiempo.
En vista de ser una carga invisibilizada y además normalizada dentro de las tareas que “debe” ejecutar la mujer en el hogar, hace pensar que es parte “natural” de nuestro rol de mujer y de madre. En muchas ocasiones romantizada por la sociedad y aplaudida o enaltecida con frases como: Qué bien llevas la casa!, Gran organización! … y adicionalmente, parece que todos los miembros de la familia tienen completamente asumido este rol, por lo que cuando se trata de buscar algo perdido, planificar las vacaciones, conocer el cronograma de actividades de todos/as , generalmente se acude a la mamá.
“La carga mental es silenciosa, y esa cualidad la hace doblemente pesada. La sociedad no la reconoce porque no valora ni remunera los cuidados domésticos, a pesar de ser un pilar fundamental de la economía. Históricamente, además, la gestión del hogar ha sido entendida como algo esencialmente femenino, que ellas hacen casi por instinto. Y la reciente asunción de tareas domésticas por parte de los varones, les ha proporcionado la coartada perfecta para demostrar su corresponsabilidad y dar el tema por zanjado”.
De acuerdo al Observatorio de Prevención de Riesgos Laborales, la carga mental se puede definir como la cantidad de esfuerzo mental deliberado que debe realizarse para conseguir un resultado concreto y está ligada a la necesidad de procesamiento de información y de toma de decisiones para la ejecución de la tarea. El esfuerzo mental en el trabajo exige un determinado grado de atención, organización del trabajo en cuanto al ritmo a que se ve sometido el trabajador y que actúa como factor de presión sobre el proceso cognitivo y de toma de decisiones. “La carga mental, es decir, la cantidad de esfuerzo no físico y deliberado que debe realizarse para conseguir un resultado concreto, la asumen casi siempre ellas”.
Se ha demostrado que las tasas de participación laboral de las mujeres han aumentado en los últimos 50 años, aún así, siguen asumiendo el trabajo doméstico y de cuidados de la infancia, adultos mayores y discapacitados como responsables principales. Esto implica que se sumen a sus jornadas de trabajo horas y horas de trabajo no remunerado.